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Los Presupuestos Generales del Estado recientemente presentados siguen siendo especialmente punitivos con algunas áreas culturales, aunque esto hoy ya no es novedad. En lo referido al libro las partidas son más o menos parecidas, salvo en la debacle bibliotecas, que continua siendo un desastre, El programa de Bibliotecas y Archivos es, un año más, el gran perjudicado de la partida con 67,90 millones de euros, frente a los 69,88 millones de euros de 2014 y los 78,42 de 2013.

Pero una cuestión me llama poderosamente la atención, una partida de 150.000 euros para apoyar las librerías. La cifra es auténticamente de risa. Le memoria descriptiva dice:

Por otra parte se propone la apertura de una línea específica de apoyo a las librerías, un eslabón esencial de la cadena del libro, en términos de diversidad, accesibilidad y excelencia de la oferta literaria. Se trata de reconocer el esfuerzo y apoyar el riesgo de los profesionales que pretenden revalorizar y reforzar la visibilidad de la librería -física y virtual- como espacio cultural. De acceso al conocimiento y a la lectura placentera, para todos los públicos, potenciando una oferta local y plural y de calidad, siempre con visión de futuro y viabilidad de los negocios. De ahí la propuesta de unas ayudas “para la revalorización cultural y modernización” con una convocatoria de 150.000 euros.

Hace unos días Txetxu Barandiarán hablaba en su blog de estas ayudas francesas, y establecía la cifra de 5 millones de euros, algún amigo librero francés me ha señalado que en realidad son 7 millones de euros y que incluso existen otras partidas de ayuda de otras instituciones que sitúan el apoyo a las librería en más de 10 millones de euros, pues al margen de estas partidas esta todo lo relacionado con el sello cultural de librerías LIR.

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Veamos algunos conceptos con los que Francia está apoyando de manera decidida su canal librero:

  • Préstamos económicos para la creación, desarrollo o la recuperación de la librería.
  • Apoyo al desarrollo y recuperación de las librerías independientes mediante préstamos sin intereses.
  • Ayudas a la creación y desarrollo de sitios webs conjuntas de editores y libreros.
  • Apoyo a proyectos comunitarios sitios, tanto en el campo de la edición como la librería, con el fin de facilitar los costes de intercambio y puesta en común de datos.
  • Subvenciones para el desarrollo de los fondos de la librería.
  • Subvenciones a la creación y producción de catálogos temáticos por librerías.
  • Subvención para plataformas de distribución innovadores y explotación de catálogos de libros electrónicos.
  • Ayudas a las librerías francófonas fuera de Francia.
  • Desarrollo del sello cultural LIR en librerías.

En el siguiente enlace puede verse en detalle el desarrollo y las características de las ayudas: AIDES AUX LIBRAIRIES.

Sencillamente de descubrirse. Bien es cierto que Francia con su concepto de excepcionalidad cultural ha protegido históricamente su ecosistema cultural, prueba de ello es su protección del tejido librero y de su franca oposición a la política de Amazon. Las declaraciones continuadas de sus ministras de cultura así lo ponen de manifiesto.

Pero vuelvo a la partida que el Ministerio destinará a ayudar a las librerías españolas. Me imagino que alguien en el Ministerio estará dando forma a un reglamento de cláusulas administrativas y técnicas para que ese dinero (mísero, rácano y cutre) se adjudique. Desconozco si se ha consultado a Cegal para establecer unos criterios sensatos y razonables para poder aspirar a las ayudas, a mi modo de ver lo que hay que proteger son librerías de fondo, sobre todo aquellas de mayor implicación con fondos bibliodiversos de editores independientes. Si tenemos en cuenta que el ultimo mapa de librerías editado por Cegal nos habla de 4.336 librerías, un simple reparto lineal significaría que cada librería recibiría la astronómica cifra de 150.000/4.336=34,59 euros por librería. Como esto no va a ocurrir así, espero con interés el desarrollo del plan de ayudas para analizarlo con detenimiento.

Resulta para mi evidente que vamos abiertamente a un tamaño de mercado mucho más estrecho del que hemos conocido hasta ahora, por tanto es posible que para sostener la industria se requiera de menos librerías pero mucho más grandes en tamaño y fondos. El problema surge al analizar el tejido librero y observar la enorme concentración que existe en grandes municipios, de manera que en 9 de cada 10 municipios españoles no hay librerías independientes, lo que lleva a pensar en la necesidad de estudiar la situación con detenimiento. Los datos de Cegal acerca de que España tiene el mayor ratio de librerías de Europa por cada cien mil habitantes contrasta con uno de los peores ratios de lectura de toda la Unión Europea, aquí hay algo que chirría, es por ello que considero necesario hacer un estudio para analizar el valor económico de la librería en los entornos urbanos y el parque necesario de librerías para sostener la industria. En cualquier caso, el problema actual de las librerías (entre muchos otros) es el de inducirles demanda, y en este punto tanto la edición como las instituciones tienen una responsabilidad ineludible.

Un problema del que no se está hablando, al menos hasta ahora casi no lo he visto en los medios, es el tema de la regularización de alquileres en enero de 2015, este tema afectará a muchas librerías de provincias situadas en sitios muy estratégicos del centro de las ciudades, lo que me hace pensar de manera pesimista en que rápidamente veremos sustituir locales de librerías por tiendas de otros productos susceptibles de disponer de márgenes más gruesos con los que sostener los alquileres. La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), por la cual se pueden incrementar los alquileres de los viejos contratos a partir del 1 de enero de 2015, puede conllevar el que locales de librerías emblemáticas del centro de las ciudades se conviertan en hamburgueserías y/o locales de ropa.

Termino lanzando una idea a Cegal: parece imprescindible constituir un grupo de trabajo de análisis de la librería, éstas necesitan ayudas inmediatas ante el páramo cultural al que se avanza. Ccuando estaba redactando este post observo que cierra la librería Repiso de Sevilla, una céntrica librería muy centrada en fondos de editores independientes, el problema es que no será la última. En Europa, entre 2008 y 2010 el número de librerías creció un 18,6%, en ese mismo período en España se cerraron un 16,4%. Los datos son del Mapa de Librerías 2013 de Cegal sobre datos de Eurostat. Algún analista me insiste en que a 2014 el cierre de librerías en España es ya superior al 24%, con toda la industria mirando hacia otro lado. Incomprensible.

Escrito por Manuel Gil

Nacido en Albacete, licenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid y Master en Dirección Comercial y Marketing por el IE Business School. De 2016 a 2021 fui Director de la Feria del Libro Madrid. Mi trayectoria y experiencia profesional se ha desarrollado en importantes empresas del sector del libro –Cadena de Librerías 4Caminos, Paradox Multimedia, Grupo Marcial Pons, Ediciones Siruela, OdiloTID–, asiduo visitante de todas las Ferias del libro de Latinoamérica. En la actualidad, desempeño tareas de docencia en España y en América, y me dedico a la consultoría en el sector editorial y a la investigación de mercados en relación al mundo del libro.

Un comentario

  1. […] El programa de Bibliotecas y Archivos es, un año más, el gran perjudicado de la partida con 67,90 millones de euros, frente a los 69,88 millones de euros de 2014 y los 78,42 de 2013. En algún rincón se esconde una partida de 150.000 euros para apoyar las librerías. Si quieren saber más, pinchen aquí. […]

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