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Después del apoteósico esperpento del Liber del año pasado en la Casa de Campo de Madrid, (en el funesto Madrid Arena), con nota de prensa final que podía compararse a las mejores páginas de ciencia ficción de H. G. Wells, este año nos han llevado al antiguo recinto de la FIRA en BCN en Plaza de España. Instalaciones que pese a estar muy céntricas abandonamos hace unos años por obsolescencia evidente, unas instalaciones cutres, rancias y cochambrosas, que hicieron que nos trasladáramos a las instalaciones nuevas de la Fira en la carretera de Hospitalet; en resumen, se abandonó porque la infraestructura estaba más vieja que las guerras púnicas. Y como me temía, las instalaciones de Plaza de España, siguen exactamente igual.

Mi impresión general es pobre, muy pobre. Un Liber decadente y vetusto convertido en una metáfora de una industria en declive que no encuentra ubicación en los nuevos paradigmas del libro. Un Liber más soso que un concierto de Perales.

Un ejercicio que suelo hacer es el de coger el plano y comenzar a tachar los espacios de cafeterías, baños, stands colectivos, institucionales, gremiales, etc., para calcular cuantas editoriales tienen presencia con un stand propio, hagan el ejercicio y verán la cifra exacta del número de expositores. El Liber mengua cada año presentando ya síntomas evidentes de raquitismo. Para aquellos de mis lectores jóvenes les diré que en los albores del Liber, en torno a la edad de los metales, Liber llego a ocupar tres pabellones del IFEMA. Menos visitantes, menos compradores, es igual a negocio justito. Por lo que respecta al número de editores podemos hacer dos cosas, dar por buena la cifra de más de 400 editoriales con que la propaganda oficial nos bombardea, o bajar al terreno de la microcirugía. El pabellón 8 es un pabellón alargado, y va subiendo ligeramente en altura conforma avanzas hacia el final, esto genera una ilusión óptica en el pasillo central (un experto en diseño de hipermercados nos diría que el pasillo de aspiración estaba muy logrado y concurrido) en el que parecía que había mucha genta, si desplazabas el eje focal 3 metros a derechas o a la izquierda aquello parecía el desierto del Gobi. Algún editor me comparaba el aspecto focal del pabellón diciéndome que parecía Andorra, una calle central donde está el negocio y el personal, y a los lados el desierto, la nada, el vacío.

La inauguración de esta edición (la número 32) tuvo momentos épicos, a la altura de la antología del disparate, o mejor, de película de Berlanga. La Vicepresidenta del Gobierno se dio un paseíto rápido para inaugurar el evento con el sonido de fondo de operarios montando paneles, martilleando, moviendo hierros, etc., auténtica música wagneriana para acompañar los fastos de la inauguración. La inexistencia de moqueta en todos los pasillo dejaban ver una calzada estilo imperial de los tiempos de Tiberio, que sugerían precaución al andar no solo si usaban tacones, sino también si usabas mokasines de suela fina. Una vetusta y decrépita calzada llena de manchas, parches, grietas, etc., que me llevaron a pensar en pasadizos a la altura del tercer hombre. Me surge una pregunta, sin mala intención, ¿el Ministro de Cultura a que se dedica? ¿O en lo que respecta al libro directamente se ha colocado en modo missing? Para aquellos de mis lectores que puedan dudar de la vetustez del suelo, lo ilustro con unas fotos tomadas in situ.

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Para colmo de males se puso a llover con gran intensidad en el momento de la inauguración, lo que dejo ver que había numerosas goteras en el pabellón, hasta el punto que algún stand se mojó intensamente y debieron colocar, a modo de defensa antiaérea, paraguas para proteger sus enseres, la foto que lustra este desaguisado que nadie piense en un exceso creativo del diseñador del stand, era un problema de primeros auxilios. En resumen, la obsolescencia de esas instalaciones puede servir para una convención de chatarreros pero no para el evento más importante de la edición española. Sencillamente intolerable.

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Paso a ponerme serio. Comenzamos a dar pena, para mí es un bochorno hablar con compradores y editores de otros países y escuchar sus comentarios. Los chascarrillos de compradores y editores del otro lado del Atlántico son ya obvios. Incluso se comienzan a escuchar chistes sobre nuestra feria, y esto no nos lo merecemos. Se comienza a escuchar cosas como «los Hispacas ya no atacan, o los Hispacas se superan». Sufro observando la decadencia y deterioro al que hemos llegado con la complicidad de todos, incluidas las propias autoridades de cultura, sobre todo las nacionales. La tan cacareada Marca España es demasiado importante para dejarla en manos de quien está, empresa organizadora, Federación y autoridades del Ministerio. Traigo aquí a colación un comentario que escuché un par de días antes en el Encuentro Iberoamericano de Editores del Sr. Lassalle, secretario de Estado de Cultura: «España será Iberoamérica o no será. España será cultural o no será». Muy cierto, pero o toma usted cartas en el asunto o esto se va al garete si no se ha ido ya. Me imagino lo que pensarán varios de los responsables de ferias de Iberoamérica a los que vi en Liber (Argentina, México y Bogotá), es evidente que en su fuero interno considerarán, con razón, que nos han pasado por la piedra. Siendo justos hay que reconocer que son ferias más importantes que Liber.

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Si 2013 certifico la defunción de Liber, la edición de 2014 ha mostrado su lado postmorten más cruel. El cadáver ya está en pleno rigor mortis. No quiero dejar de comentar un aspecto que creo indefendible. Recuerdo también a mis jóvenes lectores que Liber en sus orígenes abría hasta el sábado, ante la inexistencia de editores los sábados en el evento se decidió que terminara en viernes en tono a las 7 de la tarde. Pues bien, desde hace muchos años, y con independencia de que el Lber se celebre en Madrid o Barcelona, para la edición el sábado comienza ahora el viernes a eso de la una del mediodía. Es un shock observar el ruido de cajas, pistolas de cinta de empaquetar, carretillas, palets, etc., a partir de esa hora. Quiero decir con esto que a partir de esa hora se desmantela con absoluta impunidad la feria. En esta edición, el viernes volví de comer a eso de las 4, había gente, no olvidemos que dejaban entrar al público, esperando registrarse para entrar, pero cuando accedían al local lo que se encontraban no era una feria de la edición sino una convención de empresas de mudanzas. Un feria seria no puede ni debe consentir esto. Injustificable.

Un breve comentario sobre el área digital. No se pueden poner unas mesitas a los expositores, en las que debes tener reuniones con clientes, junto a un espacio para charlas justo detrás, la megafonía del que está exponiendo conlleva que si se está en una reunión (hay unos 8 metros de distancia entre el orador-speaker y las mesas de las empresas), no oigas a tu interlocutor y debas recurrir a un potente sonotone o a una trompetilla de tu bisabuela.

Menos visitantes es igual a menos volumen de negocio. (en global), esto no significa que a un editor concreto le haya podido ir bien e incluso mejor que el año pasado, pero el resultado global es que menos visitantes es casi directamente proporcional a un menor volumen de negocio global. Ausencia total de libreros, bibliotecarios, traductores, correctores, maquetadores, etc. Si alguien quiere hacer trampas en el solitario que las haga, aunque la realidad siempre vence por tenacidad.

Un apunte sobre la denominada cena de gala. De los seis premios que se concedieron salvo el de las librerías, a Antonio Machado, un premio que reconoce una trayectoria librera impecable en favor del libro, y el premio a la labor en favor de la lectura a las Bibliotecas Municipales de Cartagena el resto eran premios ligados a un grupo editorial. Este hecho fue muy comentado por numerosos editores con cierta sorna.

  • Homenaje LIBER a una trayectoria editorial: José Manuel Lara (PLANETA)
  • Premio al autor hispanoamericano más destacado: Antonio Muñoz Molina (PLANETA)
  • Mejor adaptación audiovisual de una obra literaria: El tiempo entre costuras, de María Dueñas, por Boomerang TV y emitida por Antena 3 TV (PLANETA)
  • Fomento de la Lectura en los Medios de Comunicación: A Vivir que son dos días, Cadena SER (grupo PRISA, para disimular)
  • Premio Boixareu Ginesta al Librero del Año: Librería Antonio Machado de Madrid ( muy merecido)
  • Mejor iniciativa de Fomento de la Lectura en bibliotecas abiertas al público: Bibliotecas Municipales de Cartagena (muy merecido)

Un apunte sobre la cena, numerosos editores asistentes a la cena se quejaron sobre el comienzo de a cena, en torno a las 11:30 de la noche, cuando la cena comenzaba a las 9. Entre discursos, retrasos de algún político, entrega de premios, etc., las viandas aparecieron cuando el personal estaba ya al borde del coma diabético.

Y una cosa que me llama la atención. En ediciones anteriores aparecía el mismo día de cierre de Liber una nota de prensa haciendo balance del mismo, los datos y cifras que se aportaban parecían extraídos de un programa de espiritismo de Iker Jimenez. Al menos hasta hoy la nota de prensa no se ha publicado, o al menos yo no he conseguido encontrarla, no sé si pueden existir discrepancias de enfoque entre la empresa organizadora (Meeting y Salones CZFB) y la federación. El caso es que esas nota de prensa las suelo leer y guardar como homenaje a la ciencia ficción contemporánea. Ni el mismo Asimov sería capaz de redactarla. Sí encuentro en Europa Press algún dato sobre visitantes obviamente ofrecido por Liber, que cifran en 10.000, ¿coooomo? Ya el año pasado, en un Liber que asemejó a un desierto, elevaron la cifra hasta 10.000 visitantes, cuando en años anteriores la cifra que ofrecían era la de 6.000. Ni era verdad el año pasado ni este tampoco. Ni mezclando la medicación se puede llegar a esas cifras, ¿o cuentan a los expositores y los multiplican por los tres días del evento? Notas de prensa que son auténtica metaficción. Tiendo a pensar que si dan esa cifra la acompañarán de otro mantra muy usado: «éxito comercial, gran optimismo y todos los objetivos cumplidos». Y si no al tiempo.

Termino con la pregunta del millón de dólares. ¿Y esto de quien es responsabilidad? Aparentemente la FGEE debería decirle algo a sus asociados, pero como externalizaron la organización en una empresa privada (me dicen que todavía tiene un año más de contrato), no sé muy bien quien debería dar alguna explicación. Viendo lo creativa que es la empresa organizadora, el año que viene en Madrid podemos acabar haciendo el Liber en un aeródromo o en la urbanización de El Pocero en Seseña. Una serena reflexión sobre el futuro de esta feria parece más que necesaria e imprescindible, pero este análisis debe surgir de sus verdaderos protagonistas, los editores independientes que asisten a Liber para vender, comercializar y exportar productos editoriales, y no de entidades con filiales en América para las que Liber es un coste y no una inversión, y en este punto las autoridades ministeriales a las que preocupa la Marca España Cultural deberían poner orden. Por cierto, en tiempos de viraje hacia la transparencia en este país, ¿no se deberían conocer las cuentas de Liber en la medida en que hay dinero público por medio?

Salvo de la quema, y me rindo ante su tesón, a esos pequeños editores independientes que luchan a brazo partido cogiendo pedidos y estableciendo contactos, para ellos mi admiración y mi respeto. No se merecen esto. Liber es suyo, y de ellos debe salir la reflexión y el enfoque de una nueva feria profesional. Una comisión de editores independientes que diseñe un nuevo Liber parece lo más sensato. Liber es demasiado importante como para dejarlo en manos de una empresa privada, o de la Federación. El declive y decadencia que esta feria presenta requiere cirugía y no cosmética, aunque sea de baba de caracol.

Escrito por Manuel Gil

Nacido en Albacete, licenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid y Master en Dirección Comercial y Marketing por el IE Business School. De 2016 a 2021 fui Director de la Feria del Libro Madrid. Mi trayectoria y experiencia profesional se ha desarrollado en importantes empresas del sector del libro –Cadena de Librerías 4Caminos, Paradox Multimedia, Grupo Marcial Pons, Ediciones Siruela, OdiloTID–, asiduo visitante de todas las Ferias del libro de Latinoamérica. En la actualidad, desempeño tareas de docencia en España y en América, y me dedico a la consultoría en el sector editorial y a la investigación de mercados en relación al mundo del libro.

17 Comentarios

  1. […] había, seguro. ¿Dónde? Pues quizá se podían encontrar compartiendo inquietudes con Manuel Gil de Odilo; escuchando al presidente de la UNE, Lluís Pastor, hablar del nuevo portal de libros […]

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  2. […] El día más movido del año fue octubre 6th con 1.142 visitas. El artículo más popular del día fue Decadente NanoLIBER. […]

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  3. Información Bitacoras.com

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  4. Sin lugar a dudas LIBER necesita un cambio de enfoque, gestión y de modelo de negocio. Aún teniendo en cuenta todas sus actuales deficiencias, que son muchas, la industria editorial española debería apostar firmemente por renovar LIBER con un nuevo enfoque. No nos podemos permitir no tener un encuentro anual profesional que aporte valor a todo el mundo del libro (agentes, editores, bibliotecarios, libreros, etc.) Sería un fracaso de todos.

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  5. Raquel Colomer 11/10/2014 en 10:50

    Soy bibliotecaria pero ante toda amante maníaca de los libros y la lectura, hace ya un par de ediciones de Liber que los bibliotecarios no participan en mesas redondas o conferencias, creo que es responsabilidad del Ministerio de Cultura y Coordinación bibliotecaria. Este año se debería haber discutido sobre el canon que van la pagar las bibliotecas a los editores por el préstamo de libros, cómo se va a organizar, quién va a recibir el dinero del canon y sobre todo ¿qué papel tienen las bibliotecas en la difusión del mundo editorial? ¿Oído cocina?

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  6. […] del libro más importante de la edición en castellano, una feria que, como remarca Manuel Gil – no se pierdan su artículo– llegó a ocupar tres pabellones enteros de IFEMA, duplicando o triplicando, fácilmente, la […]

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  7. Acertadísima visión de la decadencia del «formato Liber», patética imagen de la inaguración en instalaciones paleolíticas (vegonzosas). O reinventamos nosotros mismos (editoriales independientes, editores entusiastas, autores, profesionales de la edición) este evento o realmente «no será», porque si lo que esperamos es ser cultura y tener opinión crítica a partir de lo que proponen los oligopolios ¡vamos listos!

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  8. […] *https://antinomiaslibro.wordpress.com/2014/10/06/nanoliber/ […]

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  9. Os recuerdo que antes el Gremi d’Editors proporcionaba invitaciones a los miembros de editoriales agremiadas. Eso ya no es así, lo que obviamente no ayuda a la afluencia de visitantes.

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  10. Tenemos que darte la razón respecto a las instalaciones y la ausente organización del evento.
    Respecto a las mesas, es cierto que se trataron temas de interés sin embargo muchas de ellas acabaron aportando poco a nada a los asistentes. Se salvan unas pocas que merecieron la pena pero tristemente eso no basta para mantener una feria fundamental para los editores más pequeños que, al menos en España, mantienen viva la literatura más exquisita.

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  11. Como en los buenos libros, la solución está visible desde el principio, aunque cuesta encontrarla. Habéis descrito la situación, aunque lejos de ser algo imprevisto creo sinceramente que es algo planificado. Ferias como Liber permitían a pequeños editores darse a conocer y colocar sus libros, mientras que los grandes editores con sus redes comerciales y sus distribuidores no lo necesitan, así que nada mejor que cargarse las ferias para acabar con la competencia cada vez más molesta de los pequeños e independientes.

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  12. Estuve en el LIBER la semana pasada y coincido con tu visión, visión por cierto compartida por todo el mundo con quién me encontré. Dices que la presencia de biblitoecariso (entre otros) es baja, tienes razón, pero es normal. Nadie de la profesión anuncia la celebración del LIBER, ni publicita el programa profesional, ni facilita entradas para asistir.

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  13. Yo estuve el jueves y el viernes. Era la primera vez que me invitaban a un evento de este tipo, con lo que, evidentemente, autor independiente como soy, lo recibí como un premio y una posibilidad de inversión a futuro. Pero en cuanto al aspecto general, te doy toda la razón. No aprecié mucho movimiento y lo de las instalaciones no tiene nombre. Parecía que un rato antes hubieran hecho allí una feria de ganado o de maquinaria pesada y no se hubieran molestado en limpiar.
    Respecto al programa, los dos eventos a los que yo asistí, uno como ponente, me parecieron muy interesantes. Lo que me quedó clarísimo, uniendo lo formal con el contenido, con lo que extraje de las charlas, es que el sector está en fase de demolición por su incapacidad para adaptarse a la realidad. El futuro pasa, desde luego, por los editores independientes y el establecimiento de unas relaciones diferentes entre editor y autor. La precarización no lleva a nada bueno.
    Saludos.

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  14. Se veía venir. No es sorpresa.

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  15. Acertadísimo el análisis del cada vez más penoso Liber, Manuel. Demasiados intereses e interesados por medio en una Federación y unos organismos que día a día nos representan menos y peor.

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  16. […] Una colaboración de @ntinomias Libros […]

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  17. Son muchas cosas las que planteas. No pude estar, pero por lo que dices parece que se confirma que a las grandes editoriales les interesa ya poco el libro y su futuro. Supongo que cuando una empresa se hace muy grande y tiene intereses diversificados, el libro es el producto menos jugoso de todos. Supongo también que el futuro del libro está en manos de editoriales y de personas que no estuvieron presentes en Liber, ni lo estarán. Ese tipo de ferias, aunque tienen cosas positivas, han sido un sacaperras de toda la vida y tengo algo de experiencia pero en este caso en el sector turístico, que de ferias sabe un puñao. Por otra parte la cifra de 10.000 ya la he visto en algún sitio. Y me llama mucho la atención también porque ese 10.000 se repite en eventos culturales de muchos lugares de nuestra España. Desde el otro lado siempre me he preguntado de dónde sacaban esa cifra porque nunca nos preguntaban nada. Ese 10.000 está grabado en piedra, pero para un evento como Liber me parece, además, ridículo. Una pena.

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