Es recurrente el comentar que en cualquier visita que hago a LATAM una de mis aficiones preferidas es visitar librerías, ya sean de cadenas o librerías independientes. Comparto aquí los libros que me he traído.
Comienzo por La cuarta revolución, seis lecciones sobre el futuro del libro, de Gino Roncaglia, editado por la Universidad de los Andes, 2015, y traducido del italiano (Laterza, 2010). El autor, que ha publicado varios libros sobre el mundo digital y el uso de Internet, es el fundador de la asociación Liber Liber y promotor el proyecto Manuzio (una biblioteca digital gratuita en red). El libro, estructurado en 6 lecciones, se centra obviamente en la mutación digital de la industria. Destaco los capítulos tres (dedicado al cambio del papel a la pantalla) y el quinto (dedicado al tema derechos digitales). Y no menos recomendable es el capítulo seis (dedicado a los libros enriquecidos y su aplicación en los procesos educativos). El libro forma parte de una nueva colección de la Universidad de los Andes, denominada Tándem, con cuatro títulos que aparecerán en breve; esta colección busca fomentar la colaboración entre editoriales nacionales e internacionales como forma de compartir el intercambio de saberes entre editores de distintos países y enriquecer la literatura especializada en español. El libro es francamente magnífico, y confío que en breve pueda aparecer en España o bien que la Universidad de los Andes lo edite en digital y lo ponga a disposición del público de este país. Muy recomendable su lectura.
Otro libro que compré es el de Felipe Ossa. Leer para vivir. Memorias de un librero. Planeta, 2006. El autor, con el que tuve el privilegio de compartir una mesa de debate sobre el tema de las librerías en una pasada edición de la FILBO, ha sido librero durante 45 años y gerente durante muchísimos años de la cadena Librería Nacional de Colombia. Un libro entrañable y que aporta una sapiencia y una erudición extraordinaria, pues sus recuerdos y comentarios se entremezclan con comentarios de libros leídos. Un libro sobre libros.
También adquirí el libro de Elber Berdugo y Alberto Mayor, Vida social e influencia cultural de los libreros de Bogotá, 1960-2007. Universidad Autónoma de Colombia, 2012. El libro está estructurado en tres partes, un análisis sobre un modelo teórico de acercarse al estudio de los libreros bogotanos, seguido de un análisis del oficio librero y terminando con una serie de entrevistas a muchas de las figuras libreras más importantes de Bogotá entre el final del siglo XX y comienzos del XXI. Muy interesante. Destaco que, pese al pesimismo que podría pensarse en algunas entrevistas, rezuma un fuerte carácter de resistencia como oficio, mucho mñas en países donde ser librero es una tarea heroica. Francamente bueno.
Otro libro es el de Jesús Anaya Rosique, Editar en la Universidad, Universidad de Antioquia, 2010. Se trata de un librito que aborda la actividad editorial universitaria, sus problemas de autofinanciación y retos a futuro. Una cuidada bibliografía sobre la edición universitaria sirve de colofón al libro. Recomendable para editores universitarios españoles para contrastar experiencias a ambos lados del atlántico. Para mí un libro interesante sobre un tema del que reconozco cierta ignorancia.
Este otro libro, Johannes Trithemius, Elogio de los amanuenses, UNAM, no lo compré, fue un regalo de Camilo Ayala Ochoa (Director de Contenidos Electrónicos y Proyectos Especiales de la UNAM), presente en CONTEC. Se trata de un texto clásico de finales del siglo XV y principios del XVI. Del libro me llama la atención dos cosas. La primera, en la introducción, firmada por Camilo Ayala, se describe en unas pocas páginas la evolución del libro en relación a la lectura y sus soportes y se señala:
hemos buscado a lo largo de la historia el mejor de los dispositivos posibles para que nuestro saber no se destruya por completo; por eso el contenido letrado ha pasado por continentes o libros que curiosamente empiezan por a letra p: ha sido piedra, pizarra, papiro, pergamino, papel y ahora pantalla.
La introducción al clásico texto me ha parecido de una exuberancia intelectual enorme.
También compré el último número de la revista ARCADIA, una revista de imprescindible lectura en Colombia, junto con El Malpensante, la otra revista de referencia allí.
Y dejo para el final el único texto literario que adquirí. Se trata de La Rebelión de los oficios inútiles, de Daniel Ferreira. Alfaguara, 2015. El autor, colombiano, que por paradojas de la vida fue alumno mío, es el tercer libro que publica, pero este es el primero que sale en su país. En un par de ocasiones he hablado de este chico en mi blog, recomendando su publicación en España. Leí con pasión los dos primeros libros que publicó y me parecieron sencillamente extraordinarios. El otorgarle el premio Clarín de Novela 2014, que es el tercer premio internacional que recibe (su primera novela, La balada de los bandoleros baladíes fue Premio Latinoamericano 2010 de Primera novela Sergio Galindo y publicada por la Universidad Veracruzana de México, el segundo, Viaje al interior de una gota de sangre, fue Premio Latinoamericano de Novela Alba Narrativa en 2011) viene a confirmar que, pese a que leo poca narrativa, aún me queda algo de olfato para distinguir la buena literatura.
Este libro forma parte de una pentalogía que tiene como eje la violencia en Colombia. En este libro se narra la historia de una ocupación en los años 70 por parte de un grupo de campesinos de unas tierras en un pueblo colombiano y la violencia subsiguiente. Literatura descarnada, brutal, de una potencia que intimida, me confirma que estamos ante un narrador imprescindible, del que oiremos hablar muchos años. Confío en que, ahora sí, el libro aparezca en España.
Y por último, termino con una campaña que observé en la Librería Lerner de Bogotá.
A esto le llamo inducción de demanda. Cuando pregunté a los empleados de la librería por el éxito de la campaña me confirmaron de manera rotunda que estos mensajes tiene un enorme eco en los compradores de libros en Colombia. La reflexión que me hago es la siguiente: ¿Qué ocurriría aquí si se pudiesen utilizar este tipo de campañas? Algún talibán del precio fijo ad eternum me diría que las librerías aquí trabajan con el 30% de descuento medio, es verdad, pero ante campañas concretas, las editoriales pueden elevar ese descuento, los libros en el almacén no generan más que perdidas, y segundo, el precio puede ser fijo pero tiene vida propia, se puede mover dinámicamente a lo largo de todo el canal. Aprendamos a jugar con los precio y posibilitemos que el libro se incorpore al consumo. El futuro al que vamos así parece sugerirlo.
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