El Big Data de CEGAL

En estos últimos días CEGAL ha puesto al día todo su sistema de informes e indicadores de gestión (casi 400 folios de información), pues algunos de ellos llevaba ya demasiado tiempo desactualizado, lo cual significa una excelente noticia. Con independencia de que habrá que efectuar una lectura (y comentarios) detallada de los mismos, si quiero compartir unas reflexiones rápidas después de una somera y apresurada lectura transversal de los mismos. Los documentos son: el Mapa de Librerías, el Barómetro de Ventas de librerías independientes correspondiente al 2º cuatrimestre de 2013, y los dos Sistema de Indicadores Económicos y de Gestión de la Librería en España.

Dejo aquí el enlace a todos los documentos:

• Mapa de Librerías.
• Barómetro de ventas de las librerías en España.
• Sistema de Indicadores Económicos y de Gestión de la Librería: Librerías pequeñas.
• Sistema de Indicadores Económicos y de Gestión de la Librería: Librerías medianas y grandes.

En relación al Barómetro una consideración rápida es la de constatar el descenso continuado (y alarmante) de ventas en que se encuentran las librerías. Durante el segundo cuatrimestre de 2013, las ventas de libros en las librerías independientes han sido de 184.063.732€, representando las ventas más bajas registradas en los siete barómetros realizados. Respecto al segundo cuatrimestre del 2012, se observa un descenso del 16,07% y respecto al segundo cuatrimestre del 2011 del 26,60% (acumulado). A la fluctuación anual de ventas, en las que el segundo cuatrimestre es el que obtiene el importe más bajo, hay que añadir una tendencia confirmada de descenso de las ventas, en los dos últimos años.

Los datos de ventas de ejemplares reproducen la caída del volumen de facturación. El número de ejemplares vendidos, durante el segundo cuatrimestre de 2013, es de 11.645.591, un 20,62% menos que en el primer cuatrimestre de 2012. El comportamiento de las ventas por ejemplares es paralelo al de las ventas por facturación.

Pongo estos alarmantes datos en relación al próximo «Día de las Librerías», que se va a celebrar el 29 de noviembre próximo. Hace unos días veíamos que la industria del cine había lanzado la iniciativa de un día con el precio de las entradas a 2,90.

Lo datos de incremento de asistencia a las salas (550%) fueron espectaculares y pusieron de manifiesto la necesidad de bajar precios para incentivar demanda. La conclusión es obvia, a precios razonables la gente va al cine. Digo esto porque el mundo del libro ha permanecido autista ante lo que es evidente. Los libros son caros para grandes capas de población. La imagen que extraigo del informe The Global Ebook Market 2012 de O´Reilly se refiere a los 10 libros (en papel) más vendidos en diferentes países, la conclusión es clara: de esos bestsellers que todo el mundo busca, los precios de los libros españoles son los más caros. Y con la crisis brutal que atravesamos y unas rentas devaluadas no es razonable.

Pensemos en una cuestión. La Ley del Libro impide hacer descuentos por encima del 5%, pero imaginemos que se efectuase el «experimento» de hacer una campaña de marketing para el Día de las Librerías ofertando descuentos del 30%, 40% o 50%. ¿Qué ocurriría con la demanda? No hace falta ser Keynes para pensar en un notable incremento de la misma. El que te digan que tu librería de cabecera ese día va a tener allí a un autor o que va a tocar un cuarteto de cuerda no mueve la demanda. Y mientras no se entienda esto no hay nada que hacer. Alguien podría pensar en cómo se hace esto si las librerías tienen un descuento medio del 30%, muy sencillo, por un acuerdo del sector. Lo único que hay que tener es la voluntad de hacerlo.

Señalo ahora un dato importante que aparece en el informe Mapa de Librerías:

• Los establecimientos de librerías han descendido un del 21,5% en los últimos cinco años, pasando de las 7.074 librerías en 2008 a las 5.556 en 2012 (porcentaje que asciende ligeramente al 21,7% si la comparativa se basa en la empresa). Este descenso, además de lo que representa en sí mismo, tiene unas repercusiones directas en el mantenimiento de la cadena del libro y en el mantenimiento de las redes culturales y sociales en las que la librería es un eje fundamental. Pero también tiene unos notables efectos indirectos económicos, en la ocupación, en la cultura… Sirva para reflexionar que el descenso en el número de librerías ha comportado pasar de 15,3 librerías a 11,8 librerías por cada 100.000 habitantes.

Y observando el cuadro de más abajo me surge una reflexión. ¿No es demasiado laxo el criterio de qué es una librería? Este censo de ciudades, ¿no contempla que se llame librería a cualquier cosa? La cifra de librerías en algunas ciudades llama poderosamente la atención. Juzguen ustedes.

Y un último dato en el que me centro es cuando se compara el número de librerías españolas con las de la Unión Europea. Según el gráfico somos los reyes del mambo. La información sobre el tejido de librerías europeas esta tomado (según el informe de BCF para Cegal) de Eurostat. La reflexión: ¿es igual el criterio de conceptualización de una librería en España que en otros países de la UE? Lo señalo porque no es creíble que España sea el país con más librerías de la Unión Europea. El dato chirría cuando se ve en el siguiente gráfico como durante los dos últimos años el número de librerías ha aumentado en Francia y Alemania. Insisto, estos datos chirrían.

Según el informe, España es el estado con mayor número de librerías, representando éstas el 16,9% del conjunto de librerías europeas. A España le siguen Alemania con un 14,9% de librerías, Francia con un 14,6% e Italia con un 11,2%. Asimismo, España (2010) ocupa la segunda posición, por detrás de Chipre, en librerías por habitante, situándose en 11,6% librerías por cada 100.000 habitantes. La media europea se sitúa en 6,4 librerías por cada 100.000 habitantes, por lo tanto España se sitúa por encima de la media junto con Chipre, ya mencionada, Francia, Irlanda y Luxemburgo. En Europa, durante los tres años 2008, 2009 y 2010, se experimenta un crecimiento del 18,6% en el número de librerías, mientras que en España, en este mismo período se registra un decrecimiento del 16,4%.

En cualquier caso me congratulo de que Cegal se haya puesto las pilas actualizando todos los informes. Las reflexiones que habrá que hacer sobre los mismos deberían conducir a un plan de trabajo urgente sobre el devenir del tejido librero. Llegados a este punto Cegal debe saber que somos muchos los que estamos dispuestos a echar una mano.